Travesura se ha encargado de dar a una mano tanto en la construcción de mediaguas como también a dar mucha energía y alegría a la gente del sur, en la fotos nos encontramos en Empedrado y los disfraces están tan dispersos (un sombrero de un disfraz unido con la peluca de otro o con el traje de otro) porque eramos muchos y de manera inesperada TODOS querían participar, todos querían disfrazarse, fue INCREÍBLE, un lugar donde todos querían pasarla bien, hacer reír a los niños, todos querían aportar con alegría en un lugar donde tanta alegría faltaba.
jueves, 6 de mayo de 2010
Travesura en el sur FOTO: Empedrado
Travesura se ha encargado de dar a una mano tanto en la construcción de mediaguas como también a dar mucha energía y alegría a la gente del sur, en la fotos nos encontramos en Empedrado y los disfraces están tan dispersos (un sombrero de un disfraz unido con la peluca de otro o con el traje de otro) porque eramos muchos y de manera inesperada TODOS querían participar, todos querían disfrazarse, fue INCREÍBLE, un lugar donde todos querían pasarla bien, hacer reír a los niños, todos querían aportar con alegría en un lugar donde tanta alegría faltaba.
martes, 12 de enero de 2010
Cómo criar a un niños feliz..

Por María C. Sánchez Thorin
Psicóloga clínica, especialista en familia e infancia
A propósito del pasado Congreso Panamericano de Prevención y Atención al Maltrato Infantil, llevado a cabo en el mes de septiembre en Bogotá, y de varios espacios de aprendizaje que acompañan a este tema trascendental para nuestros niños y niñas, se hizo evidente el interés de muchos profesionales en las áreas de salud mental, educación, puericultura, etc., de entender y abordar dentro de sus prácticas, la prevención y la promoción del buen trato hacia la infancia.
Cuando conocemos, valoramos y validamos los derechos de los pequeños, estamos en capacidad de ejercer el buen trato y de impulsar una crianza positiva y afectuosa, a través de la cual forjamos la tolerancia por nuestros hijos dentro de su universo, su individualidad y su carácter.
Con frecuencia buscamos en ellos el niño o la niña perfectos que nunca fuimos y les exigimos un pensar, actuar y sentir desde nosotros mismos y no desde su ser.
Las fallas de nuestros pequeños, en vez de ser herramientas de aprendizaje para ellos, son motivos de decepción, rabia y frustración como padres. Los niños tienen derecho a equivocarse, a levantarse en su autonomía y aprendizaje, y a reparar.
Nosotros debemos tenderles la mano para levantarlos, ver sus errores, aprender de ellos y continuar.
No valorar a nuestros hijos en su autonomía, cuando triunfan o cuando fallan, es una forma indiscutible de maltrato.
Promover el buen trato dentro de la familia es reconocer nuestras propias falencias como padres y aceptar a nuestros hijos como seres independientes, cuya vida es nuestra responsabilidad, pero no nos pertenece.
Una crianza humanizada, basada en el apego, nos asegura que desde el nacimiento tenemos un acercamiento profundo con los niños y nos proporciona todas las claves para crecer como familia en el buen trato y ver los errores como oportunidades de aprendizaje y no como obstáculos de crecimiento.